Sri Lanka (III) – Playas del sur y Colombo

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Playa de Tangalle

Día 7 – Tangalle – Weligama

¡A la mañana siguiente nos damos nuestro primer bañito del viaje! Hoy decidimos dormir un poco más y relajamos un rato durante la mañana en la piscina del hotel, así Nirmal puede también pasar un tiempo con los suyos ya que estamos cerca de su casa.

De ahí nos dirigimos a Tangalle, una de las playas más salvajes de las que veremos en el sur.

Tangalle
Tangalle
Tangalle
Tangalle

 

 

 

 

 

 

 

Después de pasear un rato por la arena y tomar un zumo de frutas buenísimo tumbados en unas hamacas en la sombra.

Playa de Tangalle
Playa de Tangalle
Playa de Tangalle
Playa de Tangalle

 

 

 

 

 

 

 

Seguimos en ruta y vamos a la bahía de Weligama, ya que hay olas donde se puede practicar surf sin ser un gran experto. Contratamos un instructor para que nos de unos consejos para coger algunas olas y pasamos la tarde surfeando en el Índico. Comemos en un food truck de pescado para variar un poco del rice & curry, ya que también es típico de la costa.

Surf en Weligama
Surf en Weligama
Surf en Weligama
Surf en Weligama
Surf en Weligama
Surf en Weligama
Surf en Weligama
Surf en Weligama

    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por la noche nos alojamos en Mirrissa, ya que a la mañana siguiente vamos a avistar ballenas. El hotel se llama Sommerset Mirissa y lo inauguraron recientemente. Fue uno de nuestros favoritos. Lástima que está un poquito apartado del centro, aunque no mucho. Para acabar el día, bañito con la puesta de sol en su “infinite pool” a la altura de las palmeras y otros árboles y para cenar, rice & curry, ¡como no! 

Piscina Somerset Mirissa
Piscina Somerset Mirissa

Día 8 – Mirissa – Galle – Hikkaduwa

A las 7:00 de la mañana llegamos al puerto de Mirissa para coger un barco que nos llevará a avistar ballenas (si tenemos suerte). Es un big boat con otros turistas, quizá demasiados, y que incluye desayuno al rato de zarpar. Nos llama mucho la atención lo coloridas que son las barcas de madera. Ya hemos visto que los autobuses y los tuk-tuk están decorados de manera extravagante, pero esto es nuevo y muy bonito. Cogemos un par de sitios sentados en las colchonetas en la borda para asegurarnos unas buenas vistas. Es obligatorio ponerse el salvavidas.

Ya en alta mar, acompañamos a unas cuantas ballenas que saliendo y submergiéndose una y otra vez para respirar y nos enseñan la cola. Momentos que te dejan sin aliento.

Avistamiento ballenas
Avistamiento ballenas
Avistamiento de ballenas Mirissa
Avistamiento de ballenas Mirissa
Avistamiento de ballenas Mirissa
Avistamiento de ballenas Mirissa
Avistamiento de ballenas Mirissa
Avistamiento de ballenas Mirissa

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cogemos el coche y vamos hacia Galle, ciudad colonial con herencia europea con una enorme fortaleza. Justo enfrente hay un estadio de cricket, uno de los deportes más practicados en el país. Galle es lo más parecido a un pueblo tal y como lo conocemos en europa, y es curioso el contraste entre ciertas construcciones con estilo europeo con alguna estupa y alguna estatua de Buda. Mientras que hasta ahora los pueblos se distribuían sobretodo alrededor de la carretera principal, aquí nos encontramos con más callejuelas con adoquines y alguna tiendecita. Aprovechamos para comprar algún recuerdo y nos sentamos a tomar un te y un crepe.

Fortaleza en Galle
Fortaleza en Galle
Fortaleza en Galle
Fortaleza en Galle
Galle
Galle
Galle
Galle

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A continuación, vamos hacia otra parada de playa. Hikkaduwa. Tal y como queríamos durante el camino nos paramos con la idea de observar a a los pescadores tradicionales subidos a un palo clavado en el mar. Malísima experiencia ya que a parte de que actualmente no solo no pescan (algo que se puede entender y ya sabíamos) tan solo piensan en cobrar al turista por simplemente echar una foto. Casi nos enfadamos y al final nos fuimos sin querer saber nada de ellos.

En hikkaduwa nos alojamos en el Coral Sands Hotel,que aunque parezca muy turistada, es una buena opción por la  cercanía a la playa principal en la que se encuentra el coral donde queremos ir a hacer snorkel ya que está justo delante. Las impresionantes vistas a la playa y las puestas de sol des de el balcon de la habitación son inmejorables. Un acierto.

Salimos a dar un paseo por la playa y más tarde a visitar el pueblo, con alguna tiendecita. Escogemos un sitio con un toque diferente en el que comemos sopas incluida de tiburón. Muy bueno, para repetir.

Puesta de sol en Hikkaduwa
Puesta de sol en Hikkaduwa

Día 9 – Hikkaduwa – Kosgoda – Madu river – Colombo

El primer plan del día es ir a los corales a hacer snorkel. Antes, vamos a dar un paseo matutino por la playa en búsqueda de la famosa tortuga de mar. Menuda suerte al encontrarla cerca de la arena. Justo en unas rocas delante del hotel Hikka Trans Cinnamon. Le damos unas algas fresquitas para desayunar y se deja acariciar y estar un rato con ella. Una pasada, es enorme. La tortuga no se ve muy bien pero podeis verla mejor en el video del viaje que tenemos en nuestro canal de Youtube.

Ahora sí, nos encontramos por sorpresa de Nirmal con un antiguo pescador que nos ofrece subir a una barca tradicional para acceder a los corales. A Xavi le toca remar y sudar un poco antes del baño. Vemos peces de colores, y aunque no es uno de los mejores snorkels, la experiencia con la barca será inolvidable. El precio es de 3000 LKR ($18.75) + 1000LKR ($6.25) de propina para el propietario de la barca.

Paseo matutino en Hikkaduwa
Paseo matutino en Hikkaduwa
Snorkeling en Hikkaduwa
Snorkeling en Hikkaduwa

 

 

 

 

 

 

 

Volvemos y después de un bañito en la piscina del hotel y una ducha nos dirigimos al Madu River a hacer un paseo en barca por las lagunas y entre manglares. Durante el trayecto vemos un cocodrilo pequeño, murciélagos gigantes, nos presentan un monito mascota muy tímido…  y vamos parando en algunos de los islotes (hay unos 22 en total).

En los manglares en Madu River
En los manglares en Madu River
Birds in Madu River
Birds in Madu River

 

 

 

 

 

 

 

En algunos de ellos hay tiendas flotantes, templos y varios están habitados y dotados de electricidad. En una de las paradas a la mitad del paseo nos enseñan como extraen la canela y como fabrican cuerdas con fibras de coco. A modo de recepción nos ofrecen un té con canela excepcionalmente bueno. Cómo última parada nos encontramos con unas especies de piscinas llenas de peces naranjas en las que se ponen los pies y estos te quitan las pieles muertas. ¡Menudas cosquillas!

Buda en islote en Madu River
Buda en islote en Madu River
Islote de la canela en Madu River
Islote de la canela en Madu River
Peces en Madu River
Peces en Madu River
Muelle islote de la Canela
Muelle islote de la Canela

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La siguiente parada es en Kosgoda en un centro de recuperación de tortugas marinas donde las rehabilitan y ayudan a sobrevivir. Nos dejan ver y tocar uno de los huevos, muy blandito y moldeable. Pasamos un rato con tortugas con unos días de vida hasta con una de más de 100 años, que debido a que perdió un ojo y tenía una aleta malherida la tuvieron que mantener en cautividad. En el centro vemos varios tipos de tortugas marinas. Un rato muy divertido ya que nos encantan los animales y la naturaleza en general.

Centro de conservación Kosgoda
Centro de conservación Kosgoda
Tortuga pequeña en Kosgoda
Tortuga pequeña en Kosgoda
Tortuga mediana en Kosgoda
Tortuga mediana en Kosgoda
Tortuga gigante
Tortuga gigante

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Última parada del día: Colombo, la gran capital. Nos alojamos en el hotel Cinnamon red con unas vistas panorámicas a la ciudad.

Vistas Colombo hotel
Skyline Colombo desde hotel

Debido a que va a aoscurecer pronto, dejamos las maletas y vamos rápidamente a visitar el templo Gangaramaya, que es uno de los más importantes de Colombo debido a su mezcla entre arquitectura moderna y esencia. La arquitectura muestra una mezcla ecléctica de la arquitectura Ceilandesa, Tailandesa, India y China Fue cuna de algunos intelectuales y hoy en día además de actividades y visitas religiosas se realizan actividades culturales.

La primera parte de la visita está situada en medio del lago al cual se accede por una pasarela.

Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Ganesha en Gangaramaya
Ganesha en Gangaramaya
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La segunda parte situada en el otro lado de la calle  y la entrada que cuesta 300 LKR es válida para las dos. Mezcla las dos religiones del Budismo y el Hinduismo, y vemos una gran cantidad de ofrendas recopiladas a lo largo de los años en numerosas vitrinas y estancias.

Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo
Templo Gangaramaya Colombo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hoy también ha sido un dia largo. Subimos al ático del hotel y aunque ya sea de noche nos regalamos un bañito en la piscina con vistas a toda la ciudad. A todo esto no olvidar las fehas en las que viajamos, cercanas a navidad, y resulta muy curioso estar en la piscina al lado de varios árboles de navidad iluminados.

Bañito nocturno en el Cinnamon Red
Bañito nocturno en el Cinnamon Red
Bañito nocturno en el Cinnamon Red
Bañito nocturno en el Cinnamon Red

 

Día 10 – Colombo – Negombo – Airport

Nos despertamos con unas immejorables vistas a la ciudad, el lago y los templos. Antes de desayunar nos vamos a hacer el último baño del viaje en esa chulada de piscina. Las maletas están bien preparadas desde la noche anterior, incluidas todas las compras y recuerdos recolectados durante el viaje, ya que está es nuestra última etapa en Sri Lanka.

Amanece en Colombo
Amanece en Colombo

Después de conocer las partes más remotas de la isla, dónde todo es más salvaje y calmado (y si nos lo permitís, de lo que mejor recuerdo nos llevamos), nos dirigimos al mercado de Pettah. Visita indispensable si estás en la ciudad. No esperes comprar gran cosa por eso. El mercado es para la gente de la ciudad, pero está muy bien para poder vivir el caos de la ciudad y el ritmo frenético de las grandes ciudades del sureste asiático.

Visita a Colombo
Visita a Colombo
Visita a Colombo
Visita a Colombo
Visita a Colombo
Visita a Colombo

 

 

 

 

 

 

Entramos a un templo musulmán precioso, a rayas blancas y rojas. Es la mezquita Jami Ul-Alfar más conocida como mezquita roja. Al ser un templo musulmán se hizo evidente la diferencia entre hombres y mujeres ya que a mi me permitieron ir al baño mientras que a Anna no, ya que al templo solo pueden acceder hombres (aunque a todos los turistas les dejan acceder a un pequeño recinto de la entrada pero no se puede visitar completamente.  También nos encontramos con pequeño templo hinduista.

Visita a Colombo
Visita a Colombo
Visita a Colombo
Visita a Colombo
Visita a Colombo
Visita a Colombo
Visita a Colombo
Visita a Colombo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuamos la visita por las callejuelas y nos encontramos con pequeñas tiendas, mercadillos, etc.

Visita a Colombo
Visita a Colombo
Visita a Colombo
Visita a Colombo

 

 

 

 

 

 

 

Muy acalorados y un poco agobiados de la visita a Colombo (nos ha roto los esquemas de tranquilidad vividos los días anteriores), como todavía es temprano para ir hacia el aeropuerto, Nirmal nos aconseja anticiparnos a los problemas de tráfico en la salida de la capital y dirigirnos al pueblo costero de Negombo, más tranquilo y también más cerca del aeropuerto.

Una gran decisión para volver a la calma que ha dominado durante los pasados días y dar una paseo por la calle principal. Un pueblo no muy grande un poco enfocado a turista y con la mayoría de comercios cerrados, algo que nos extrañó ya que era a mediodía. Como última comida de despedida y aprovechando el hecho de estar en un pueblo costero nos regalamos una buena mariscada, que a precio de Sri Lanka la verdad que sale bien a cuenta. Por cierto, en las playas de Negombo, vemos un barco con una gran vela al más puro estilo de Vaiana.

Visita a Negombo
Visita a Negombo
Visita a Negombo
Visita a Negombo
Visita a Negombo
Visita a Negombo
Visita a Negombo
Visita a Negombo
Visita a Negombo
Visita a Negombo

Nos dejan en el aeropuerto, bien cargados de maletas y recuerdos, y nos despedimos de Nirmal, nuestro conductor, guía y sobretodo, compañero de viaje. Cambiamos las rupias sobrantes (aunque nos guardamos alguna de recuerdo, ya que los billetes son muy bonitos con animales) y empezamos a pasar los trámites del aeropuerto.

Después del check-in es tiempo de hacer las últimas compras. La verdad es que Sri Lanka no es un país masificado por el turismo o demasiado enfocado a ellos, así que tampoco no lo son las tiendas. En el aeropuerto encontramos varias cosas que hemos ido viendo durante el viaje. Compramos algo más de te, un pañuelo para vestir y par de camisetas. Y sí, nuestras postales vintage de viaje que solemos comprar en todoslos viajes y que no pueden faltar a la colección. Haciendo todo lo que sea posible para no despedirnos de la isla…

En resumen, un viaje inolvidable y nos traemos de vuelta mochila llena de té, sonrisas y ojalá que algún día podamos volver a visitar.

Aeropuerto Colombo
Aeropuerto Colombo
Aeropuerto Colombo
Aeropuerto Colombo

 

Sri Lanka (II) – Tierras altas y Yala

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Tren por las tierras altas

Día 4 – Museo/tienda de gemas.

Nos encontramos en las tierras altas. Sri Lanka es conocida por sus plantaciones de te, pero también por sus gemas. En la isla se pueden llegar a encontrar hasta 70 de las 200 piedras preciosas y semi preciosas conocidas. Su gema estrella es el Royal Blue Sapphire (Zafiro Real Azul).

En las immediaciones de la ciudad de Kandy fuimos en búsqueda de un recuerdo especial de este viaje y acudimos a una tienda que nos recomendó Nirmal, ya que desconfiábamos un poco de escoger nosotros mismos ya que alrededor de la isla hay muchísimas y seguramente la mayoría de dudosa autenticidad o calidad. Nos recibieron y nos acompañaron a una sala en la que proyectaron una película en la que explicaban la historia de las minas de Sri Lanka y como extraen las piedras preciosas.

A continuación pudimos ver como los talladores trabajaban las piedras convirtiéndolas en auténticas maravillas. Después nos enseñaron los diferentes tipos de piedras preciosas y semi preciosas que se extraen en la isla y para acabar y después de escoger entre cientos de zafiros, escogimos el que nos gustó y se adecuaba al precio que teníamos en mente. Por supuesto más pequeño que el de Lady Di, pero ya de vuelta lo montamos en un anillo y tenemos un trocito muy especial de Sri Lanka con nosotros.

Nos alojamos en un hotel colonial muy chulo y cómodo llamado Casamara (LINK) con vistas a la montaña en la que había un gran Buda. Hay que hacer caso a los trabajadores y no dejar las puertas del balcón abiertas, ya que vimos con nuestros propios ojos como los monos se colaron en una habitación del piso de abajo y se lo pasaron pipa con todo aquello que encontraron y por supuesto se llevaron.

Museo de gemas Kandy
Museo de gemas Kandy
Museo de gemas Kandy
Museo de gemas Kandy

Baile tradicional en el Kandian Cultural Centre.

¡Por fin en Kandy! Conocida como la capital de las montañas, fue considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983. La  ciudad tiene muy buena pinta, contiene un enorme lago y ha heredado construcciones de la época colonial. 

El siguiente plan es ir a ver a un espectáculo cultural y después a visitar al Sri Dalada Maligawa, más conocido como el Temple of the Sacred Tooth Relic (Templo del diente de Buda), y en el que se conserva una pieza de incalculable valor para los budistas. Supuestamente alberga un canino de Buda y ese es motivo de atracción para miles de devotos y visitantes de todo el planeta.

El espectáculo de danza tradicional se celebra en el Kandyan Cultural Centre, situado cerca del lago. Durante los preparativos del viaje leímos que no era un gran espectáculo, es más, quizá un poco enfocado al turista y obviable. De todos modos decidimos ir a visitarlo ya que nunca sabes si vas a poder volver, y uno solo se arrepiente de aquello que no ha hecho. Al final estuvo curioso y también aprovechamos ese rato para tomar un te mientras disfrutábamos de bailes, música, equilibrios y actuaciones con fuego. Incluso vimos en acción las chulísimas máscaras tradicionales de madera que compramos de recuerdo en Sigiriya.

Nos hubiera gustado llegar a la ciudad un poco más temprano ya que al acabar las visitas las tiendas estaban casi todas cerradas. Una pena no disponer de más tiempo ya que nos quedamos sin poder ver la ciudad tranquilamente y sus callejuelas, pasear por el lago y otras atracciones culturales.

Lago de Kandy
Lago de Kandy
Lago de Kandy
Lago de Kandy

Vamos a ver un baile tradicional en Kandy.

Artistas danza tradicional Kandy
Artistas danza tradicional Kandy 

Templo del Diente de Buda.

La segunda visita en Kandy es una de las imprescindibles, ya que es su principal atractivo y uno de los templos más importantes de toda la isla, el Sri Dalada Maligawa. Se dice que tras la muerte e incineración de Buda sus restos se repartieron por todo el mundo y uno de los caninos del profeta fue transportado desde la India hasta la antigua Ceilán en el siglo IV a.C. por el príncipe Danta y la princes Hemamala. Se cuenta que escondieron el diente en el cabello de la princesa para pasar desapercibidos.

Una vez al año y coincidiendo con la luna llena del mes de agosto se realiza la Perahera, una procesión donde sacan el diente (o una copia) a pasear junto a engalanados elefantes con luces y flores.

Cuando llegamos al templo, que se compone de una variedad de edificios, ya era de noche. Por suerte coincidimos con el horario de la última de las tres cerimonias diarias y eso nos permitió ver como realizan sus rituales y los creyentes acuden a traer sus ofrendas a Buda. Además, pudimos sumarnos a la larguísima cola para poder ver la reliquia del templo de Buda que solo se expone durante los horarios de cerimonia Realmente el diente es muy difícil de ver, ya que no está permitido pararse a mirar detalladamente ni sacar fotos o grabar en vídeo.

Día 5 – Kandy – Nuwara Eliya – Ella

Ayer fue un dia intenso. Nos despertamos a las 06:30 de la mañana en Kandy y ya escuchamos rezos por megafonía. Hoy nos dirigimos a visitar las plantaciones de te, otro de los momentos tan esperados de este viaje. Una de las cosas por las que nos gustó tanto Sri Lanka es por el contraste entre paisajes de una a zona a otra a relativamente poca distancia.

Plantaciones de te Nuwara Eliya
Plantaciones de te Nuwara Eliya
Plantaciones de te Nuwara Eliya
Plantaciones de te Nuwara Eliya

En particular fuimos a las de Rothschild, y a continuación acabamos en la fábrica Glenloch en la que una guía tamil nos explica todo el proceso de producción del te y como obtienen las diferentes variedades. Dependiendo de las partes de la planta que se utilizan, de su procesamiento y fermentación se obtienen lo que conocemos como te verde, negro, dorado y plateado.

Acabamos con una degustación de los diferentes tes que hemos mencionado y compramos alguna caja de black tea y mezcla para llevar a casa y poder recordar este viaje en cada taza de te.

Después de la visita a las plantaciones y la fábrica de te y antes de llegar a la estación de Nanu-Oya donde tenemos que coger el tren hacia Ella, visitamos el pueblo de Nuwara Eliya, que también conserva algunos edificios coloniales tal y como vimos en Kandy. Por el camino, no podemos evitar pararnos a contemplar el asombroso paisaje que ofrecen las tierras altas de Sri Lanka.

Paisajes Nuwara Eliya
Paisajes Nuwara Eliya
De camino a Nuwara Eliya
De camino a Nuwara Eliya

Ya en el pueblo, damos una vuelta por sus calles y nos llama la atención la división entre dos principales tipos de autobuses en la estación. Los de color rojo sson los públicos, mientras que los blancos y más extravagantes son de compañías de transporte privadas. Pagamos 100 LKR para poder ir al baño en un hotel.

Nuwara Eliya
Nuwara Eliya
Frutería en Nuwara Eliya
Frutería en Nuwara Eliya
Estación de autobuses en Nuwara Eliya
Estación de autobuses en Nuwara Eliya

  

Ahora sí, de camino a la estación de tren de Nanu-Oya. Vivimos un momento de nervios ya que al llegar nos informan de que el tren lleva un par de días sin poder circular por averías en las vías pero finalmente y después de tirarnos unas algunas fotos en los trenes parados en las vías mientras esperábamos que llegase el nuestro ¡Subimos!

Tren Nanu-Oya a Ella
Tren Nanu-Oya a Ella

Para muchos, entre los que nos incluimos, se trata de uno de los trayectos en tren más bonitos del mundo. Es precioso, sacar la cabeza y oler el frescor de los campos de te. Mágico. Viajamos en el tren de segunda clase, el típico de color azul y con asientos y en el que viajamos muy cómodos. Si no nos equivocamos hay alguna otra clase por debajo en la que no te puedes sentar.

Al inicio del viaje cuando aterrizamos en Colombo estaba lloviendo, pero esta esta se fue rápidamente y hasta hoy no habíamos vuelto a saber de ella. A mitad del trayecto caen unas cuantas gotas y baja un poco la temperatura.

Tren Nanu-Oya a Ella
Tren Nanu-Oya a Ella
Tren Nanu-Oya a Ella
Tren Nanu-Oya a Ella

Llegada a Ella. Comemos en un restaurante muy acogedor llamado Chill (LINK?), llevado por un joven amigo de Nirmal inquieto y lleno de ideas recogidas de viajes por el mundo. Subir al primer piso y veréis un altillo con un tejado muy chulo de bambú. Comemos Lampraise, un plato de arroz con verduras servido envuelto en una gran hoja.

Estación de tren de Ella
Estación de tren de Ella

Tips: Esa noche se celebraba el Poya day. Es una festividad budista que se celebra cuando hay luna llena. En estos días, los restaurantes budistas no sirven alcohol, y los creyentes, se reúnen para rezar y pasar un rato juntos, así que nos despedimos un poco antes de Nirmal para que también pudiera disfrutar del Poya day con su amigos.

Llueve, para, llueve otra vez. Típico clima tropical y más en las montañas de Ella. Vamos hacia el hotel y este “no está” donde debería estar. No hay entrada para vehículos, se debe ncontrar a pie. Ni Nirmal ha oído hablar de él debido a que lo estan construyendo des de hace poco. Está completamente integrado con los árboles, un poquito abajo en la colina, como si fueran casas colgantes y el cual reservamos por sus vistas espectaculares des de la habitación. Tal es su integración con la naturaleza que por alguna de las ranuras de la pared se nos coló algun pequeño visitante durante la noche. Se llama Serenite Ella y pasar la noche nos cuesta unos $47.

Ella
Ella

Día 6  – Ella – Tissamaharama – Yala

Día 6 – Little Adam’s Peak

Sale el sol en Ella. Por fin podemos disfrutar de las maravillosas vistas del hotel. Las montañas, el valle, bosque, incluso una cascada se ven des de la cama.

Amanece en Ella
Amanece en Ella
Amanece en Ella
Amanece en Ella

Nuestra idea es desayunar en el balcón de la habitación, pero aparecen unos visitantes inesperados a preguntar si pueden unirse, así que tenemos que hacerlo dentro, con vistas pero con las ventanas cerradas. Tenemos que coger fuerzas ya que cada día nos exige un buen esfuerzo, y hoy no va a ser menos ya que nos vamos de trekking. Debido a que queremos hacer varias cosas cada día, descartamos Ella rock por su lejanía y duración y nos decidimos por Little Adam’s Peak combinado con Nine Arch Bridge.

El trekking a Little Adam’s Peak dura aproximadamente 1h y no requiere ser un gran experto. Esta caminata te obsequia con unas grandes vistas del paisaje montañoso de Ella y una espectacular panorámica del valle al llegar a la cumbre.

Trekking Little Adam's Peak
Trekking Little Adam’s Peak
Trekking Little Adam's Peak
Trekking Little Adam’s Peak

De nuevo atravesamos varios campos de te y alguna aldea con sus pequeños templos. Nirmal nos indica más o menos la dirección para empezar el camino y luego no tiene perdida ya que te encuentras con alguna señal que indica por donde continuar.

Trekking Little Adam's Peak
Trekking Little Adam’s Peak
Trekking Little Adam's Peak
Trekking Little Adam’s Peak

  

Al final de la subida hay unas cuantas escaleras, así que aunque sea para todos los públicos quizá a alguien con mobilidad reducida tenga problemas. Nuestra sorpresa fue que al llegar arriba hay dos estatuas de Buda a modo de guardianes de la paz y la calma en la cumbre.

Trekking Little Adam's Peak
Trekking Little Adam’s Peak

Día 6 – Nine Arch Bridge

Después del ascenso a Little Adam’s Peak nos reunimos con Nirmal y tras de unos minutos en coche paramos en un pueblecito donde un chico (bastante tímido) nos va a acompañar a través del bosque hasta otro de los escenarios pictóricos de este viaje: el espectacular puente de piedra con nueve arcadas que le dan el nombre: El Nine Arch Bridge. El recorrido en si ya es entretenido ya que tenemos que esquivar algún que otro árbol caído por las lluvias, tanto por encima como por debajo y te sientes un poco explorador adentrado en el bosque sin saber bien donde vas.

Caminata hacia el puente
Caminata hacia el puente
Nine Arch Bridge
Nine Arch Bridge

En el momento menos esperado se ve el majestuoso puente a lo lejos. Bajamos el último tramo y aprovechamos la visita para descansar un rato y tirar algunas fotos y vídeos.

Nine Arch Bridge
Nine Arch Bridge
Nine Arch Bridge
Nine Arch Bridge

Nos mentalizamos para volver pero antes compramos un coco para beberlo bien fresquito y afrontar la vuelta después de las dos anteriores caminatas. Al llegar al pueblo le dimos una propina de 500 LKR  (unos $3) al chico para agradecerle la labor de guía y… momento de tensión: ¡Nirmal no encuentra las llaves del coche! Después de un par de minutos de preocupación finalmente las encuentra cerca de donde había estado hablando con unos amigos mientras nos esperaba.

Día 6 – Yala / Tissamaharama

Hora de despedirse de las tierras altas, de las que nos llevamos un gran recuerdo. Cogemos el coche dirección al sureste, destino Yala, pero antes paramos a contemplar por última vez una de las cascadas de Ella que quedaba justo al lado de la carretera.

Cascada en Ella
Cascada en Ella

Nirmal y su familia nos estaban esperando (su mujer, su hija, su padre, sus suegros) en Tissamaharama, pueblo al lado de Yala y donde residen. Un hogar sencillo, al que van poniendo bonito progresivamente y con un pequeñito taller de costura de su mujer. Nos contó que en un futuro no muy lejano tiene planeado montar una pensión en una parte de la casa para como guesthouse para turistas. Comemos rice & curry de nuevo pero casero 100%, y como novedad y típico de la zona, cuajada de búfala! Algo que leímos en los preparativos del viaje y que finalmente pudimos probar. Se acompaña con sirope de Kitul (Taquipán o Palmera de cola) que es un tipo de palmera.

Comida en casa de Nirmal
Comida en casa de Nirmal
Cuajada de búfala
Cuajada de búfala

Al terminar de comer nos espera el hermano de Nirmal en el jardín, subido en su 4×4, ya que él será nuestro conductor en el parque nacional de Yala, donde trabaja. Un trayecto muy bonito en el que el paisaje sigue camiando, tenemos que esquivar búfalos y en el que nos cae un buen chaparrón antes de la visita.

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En la entrada al parque nacional se monta con nosotros un guía y empieza la aventura. En búsqueda del leopardo, el rey de Yala.

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En este safari podemos ver elefantes, cocodrilos, ciervos, búfalos, distintos tipos de aves (incluidos pavos reales en todos su esplendor), antílopes, mangostas, jabalíes autóctonos enterrados en el fango, búfalos de agua, monos de cara negra, aves de colores, monitor de tierra, y un gallo de jungla de sri lanka, a modo de resumen. Debido a la lluvia que cayó antes de empezar, el rey del safari, el leopardo, no se dejo ver, ya que normalmente se situan encima de las rocas o de los árboles cuando hace sol.

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La visita te deja un sabor agridulce. Si bien es cierto que nos encantan los animales y esa parte es muy chula, a medio safari se hace una parada a modo de descanso en la playa que se encuentra dentro del mismo parque y en esas costas fue donde el terrible tsunami de 2004 azotó con fuerza. Es commovedor cuando la gente local te explica los momentos tristes que se vivieron y como los animales corrieron horas antes despavoridos hacia el interior preveendo lo que iba a suceder. 

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Regresamos a Tissamaharama y vamos a nuestro hotel, Gaga Bees. Una chulada. Son un conjunto de cabañas, una para cada uno de los huéspedes y con una piscina en el jardín. Totalmente recomendable. 

Gaga Bees Yala
Gaga Bees Yala
Floating in Gaga Bees pool
Gaga Bees Yala

A partir de este momento en el viaje y debido a que pàsábamos a un plan más de playa y vacaciones al completo, subimos un poco las prestaciones en los alojamientos.

Sri Lanka (I) – Triángulo cultural

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Día 1 – Barcelona – Colombo

Volamos con Qatar Airways, hacemos escala en Qatar. Subimos las mochilas con nosotros en cabina ya que tenemos una escala es de 1:30h y no nos queremos arriesgar a facturar las mochilas para no perder el equipaje.

Llegamos al aeropuerto de Colombo donde nos espera nuestro compañero de viaje y chófer Nirmal. Menudo choque climático venir desde el Otoño en Barcelona a la calor y humedad tropical!

Nos aconsejan cambiar algo de efectivo a la ciudad de Negombo, vamos a una casa de cambio (nos sorprende por qué es una joyería). Cambiamos 200€ por cabeza, al final del día nos damos cuenta que deberíamos haber cambiado bastante más. Al día siguiente tendremos que hacerlo o encontrar un ATM para sacar directamente LKR. Aquí usar la tarjeta de crédito no parece una opción.

Día 2 – Colombo – Anuradhapura

Llegamos a primera hora de la mañana en el Aeropuerto de Colombo, con la ruta que hemos planificado nos haremos a hacer el triangulo cultural, así que tenemos un trayecto de unas 3:30 horas hasta Anuradhapura, la primera parada dentro del llamado triángulo cultural.

Teníamos muchas ganas de probar el té de ceilan, así que en ruta, a medio camino decidimos hacer una pausa para tomar la primera taza de té negro con leche, que si no nos falla la memoria. La verdad es que estaba riquísimo. ¡Este sería el primero de muchos durante este viaje! El bar dónde paramos, son locales situados en la carretera dónde sirven té y comida.

Llegamos a Anuradhapura y comemos en el restaurante de un hotel, Margosa Lake Resort. ¡El primer rice & curry! Con varios acompañamientos y una cerveza local llamada Lion nos costó unos $8 por persona. Especialidad sin duda de Sri Lanka y aunque te digan que no, va a ser picante. Tienen incluso una piscina y aunque está apartado del centro nos arrepentimos de no habernos alojado allí la primera noche.

Arroz con curry y cerveza Lion
Arroz con curry y cerveza Lion

Por fin llegamos a nuestro primer destino, el templo de Isurumuniya. Se trata de un pequeño complejo budista (religión mayoritaria en el triángulo

cultural) de acceso gratuito en el que vimos las primeras estupas y estatuas de Buda (incluyendo una grande y muy colorida en la que está tumbado en el interior del templo). También vimos los primeros animales como una cueva llena de murciélagos y un monitor de agua. Ah y por supuesto perros, a los que veremos a lo largo del todo el viaje aquí y allá.

Tanto en este como en los demás templos es obligatorio quitarse los zapatos antes de entrar. Estos se pueden dejar en la entrada por un mínimo precio o a veces incluso con la voluntad (aunque es aconsejable dejar propina al menos).

La segunda parada del día es la antigua ciudad de Anuradhapura, (entrada $25) considerada como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco debido a su buen estado de conservación. En su día fue la capital del reino de Anuradhapura y una de las ciudades de mayor poder de Asia meridional. Quedamos impresionados con el tamaño de la estopa más grande, que es realmente enorme.

Gran estupa en Anuradhapura
Gran estupa en Anuradhapura

Las ruinas están distribuidas alrededor de 40km cuadrados así que nos tuvimos que quitar de la cabeza nuestra idea de recorrerla en bici, cosa que sí puede hacerse en Polonnaruwa, ciudad que finalmente tuvimos que dejar fuera de nuestro itinerario al no disponer de muchos días y al ser una visita parecida. Nos hizo mucha gracia encontrarnos con los primeros monos de cara negra autóctonos de Sri Lanka y también con algunas vacas. Todos campaban a sus anchas por el recinto.

A parte de diversas estupas y restos arqueológicos, también se encuentra el “Jaya Sri Maha Bodhi”, un árbol sagrado al que los budistas acuden a rezar, hacer ofrendas a Buda y relajarse a meditar en su sombra en la que en su día Buda alcanzó la iluminación. Para acceder al árbol es necesario pagar una entrada de unos $3.

Continuamos visitando los templos hasta que se hizo de noche. Nos alojamos en Diamond Lake Resort, en frente de un lago, pero estábamos apartados del centro, en los alojamientos no se puede pagar con tarjeta.

Gran estupa - Anuradhapura
Gran estupa – Anuradhapura

Día 3 – Mihintale – Dambulla – Lion rock (Sigiriya)

Nos despertamos bien temprano, con el sonido de los animales y unas magníficas vistas al lago desde la habitación, uno de los puntos fuertes del hotel.

Lago en Anuradhapura
Lago en Anuradhapura

Mihintale

Mihintale es un pico montañoso cerca de Anuradhapura. En él, los ceilandeses creen que tuvo lugar el encuentro entre el monje budista Mahinda y el rey Devanampiyatissa, el cual supuso la inauguración del budismo en la isla. Allí se encuentra un complejo budista, que actualmente es lugar de peregrinación y en el que encontramos varios monumentos religiosos en medio de la naturaleza.

El precio para entrar son unos $3 y en la entrada hay varios guías que ofrecen sus servicios, pero aunque vayas sin guía, los monos te acompañarán durante toda la visita. La visita empieza con la subida de alrededor de 1800 escalones.

Al llegar arriba, a simple vista se vislumbran varias estupas, una gran estatua de buda completamente blanca muy bonita y la parte más alta del complejo, la Aradhana Gala. Dato curioso e importante a la hora de tomar fotos, nunca le des la espalda a Buda, es considerado una falta de respeto.

La Aradhana Gala es una roca sobre la cual se cree que Mahinda meditó por primera vez. Ascendimos a su cima, y aunque esté habilitada para ello, fue una pequeña aventura. Al llegar a la cima nos vimos totalmente recompensados al contemplar las vistas sobre el complejo y el paisaje de alrededor.

Dentro de una de las estupas, y en contraste con el blanco puro de los exteriores de los monumentos, se produce una explosión de colores en forma de estatuas de Buda y diversas representaciones religiosas. A destacar la gran figura del Buda tumbado, una de las múltiples posiciones en las que se le representa.

Buda colorido tumbado Mihintale
Buda colorido tumbado Mihintale

Mihintale fue uno de los episodios que más nos gustó de Sri Lanka, quizá por que fue de los primeros, aunque eso nunca lo sabremos. La siguiente parada es en las cuevas de Dambulla y en ruta, paramos en una frutería chulísima en la que compramos mini plátanos y mango cortado con un enorme cuchillo. Espectacular el sabor de la fruta tropical. 

Frutería on the road
Frutería on the road

En el camino también hemos parado en una pequeña fábrica de Batiks, una especie de pañuelos que pintan con diversas tintas, una por una. Al final de la visita compramos uno de recuerdo que nos servirá de ayuda para cubrirnos los hombros o piernas en los templos si es necesario, o como diadema.

Comemos en el restaurante Rit Hu, totalmente recomendable, un arroz con curry buenísimo. Dejamos escrito un mensaje en un hueco de sus paredes, llenas de recuerdos de los viajeros que pasan por allí.

Cuevas de Dambulla

Las Cuevas de Dambulla son un conjunto de cuevas que contienen diversos templos en su interior. También son conocidas como el Templo de Oro, debido a la gran estatua dorada de Buda que se encuentra en sus inmeciadiones. Son patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1991. Se cuentan alrededor de 80 cuevas, de las cuales 5 son las principales.

Debido a que la roca se alza unos 160 metros, para acceder también toca subir unos cuantos escalones más. A parte de los recuerdos, nos llevarmos unos gemelos bien fuertes a la vuelta. Durante el ascenso se puede hacer alguna paradita y contemplar las preciosas vistas desde la roca.

Las estatuas y las pinturas budistas estan realizadas en la misma pared de roca se encuentran en un estado de conservación espectacular, de hecho son las mejor conservadas de Sri Lanka. 

Nos llevamos una linterna para no perdernos ningún rincón y la verdad que fue una visita muy chula en la que se pueden observar diferentes episodios de la vida de Buda, por lo que se observan tallas en muchas de sus posturas, cada uno con su significado.

Lion Rock (Sigiriya)

Otro de los puntos fuertes del viaje a Sri Lanka es sin duda la parada en la Lion Rock de Sigiriya. Esta imponente roca elevada 370m sobre el nivel del mar es el resultado de la erupción de un extinto volcán. Es parte de los restos arqueológicos del palacio de Kasyapa, quien fue rey durante el siglo V d.C. En 1982 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y para los locales es considerada la octava maravilla del mundo.

Sigiriya Lion Rock

Durante el ascenso se observan señales con avispas, pues hay que tener cuidado ya que pueden picar. El ascenso es importante pero se puede hacer tranquilamente, durante la subida también se disfrutan de unas vistas impresionantes.

Casi al final de la subida nos encontramos con la famosa entrada con las dos enormes garras de león talladas en la roca. Descansamos, tiramos unas fotos y seguimos.

Garras de león Lion Rock
Garras de león Lion Rock

Al superar todos los escalones llegamos a la superfície donde se disfrutan de quizá las mejores vistas de todo el viaje en 360º. A lo lejos se dibujan las montañas de las tierras altas, nuestro destino en los días siguientes. Es una chulada pasear por los restos del palacio en el que ves antiguas piscinas, restos arqueológicos de las estancias e imaginas como podía ser la vida del rey en la época, instantes antes de que el sol empieze a ponerse en Sri Lanka.

 

 

El hotel en el que nos alojamos está bastante céntrico en el pequeño pueblo de Sigiriya. Cogemos la linterna y nos damos un paseo. Allí hemos comprado unas máscaras típicas de la danza tradicional de la isla y nos tomamos un cocktail en un modesto chill-out regentado por gente de diversas partes del mundo.

Día 4 – Sigiriya – Matale – Kandy

Sigiriya  village tour

Nos despertamos en Sigiriya y para esta mañana tenemos preparado un village tour con una serie de experiencias tradicionales. Primero nos damos un paseo en carro tradicional tirado por una vaca autóctona geperuda con unos grandes cuernos. A continuación nos damos un paseo en el lago con unas barquitas de madera y el guía nos sorprende tirándose al agua, coge una planta y la fabrica un collar la mar de resultón a Anna.

Vaca y carro Sigiriya
Vaca y carro Sigiriya
Barcas en el lago Sigiriya
Barca tradicionl en el lago Sigiriya
Paseo en el barca en el lago Sigiriya
Paseo en el barca en el lago Sigiriya
Reflejo lago Sigiriya
Reflejo lago Sigiriya

Llegamos a una casita de barro en el que nos enseñan como construyen los tejados con hojas de palmera, molemos trigo y disfrutamos de un almuerzo riquísimo (y también picante como no) hecho al fuego. 

Bebiendo agua de coco Sigiriya
Bebiendo agua de coco Sigiriya

Primer encuentro con un tuk tuk y nos reencontramos con Nirmal y arrancamos con destino a Kandy, aunque por el camino realizaremos un par de paradas.

visita en tuk-tuk
visita en tuk-tuk

Spice garden (Matale)

Jardín botánico en el que realizas un tour y te enseñan y explican las peculiaridades de los tipos de plantas que cuidan. Hay especias para cocina pero también muchas que tienen propiedades medicinales. Me quedé sin pelo en el brazo probando un depilador natural!

Al entrar te reciben con un te y al final de la explicación puedes comprar los productos que fabrican, aunque nosotros solo compramos un poco de curry para cocinar a la vuelta. El guía sabía un poco de español y era super simpático, la verdad que nos reímos bastante juntos.

Spice garden Matale
Spice garden Matale
Spice garden Matale
Spice garden Matale

Sri Muthumariamman temple (Matale) 

En el trayecto hacia Kandy paramos en el templo hinduista Sri Muthumariamman de Matale. El prefijo «Muthu» significa «perla», «Mari» significa madre y «Amman» significa «lluvia», y recibe su nombre debido a que está dedicado a Mariamman, la diosa de la lluvia y la fertilidad.

Al contrario de lo que puede parecer al observar el templo desde fuera con multitud de colores y detalles, el interior nos dió la impresión de que estaba a medio acabar aunque tiene bastantes detalles.

Nos explicaron que a diferencia de los budistas, los hinduistas (al menos en Sri Lanka) suelen ser gente más pobre y eso se ve reflejado en los creyentes que acuden al templo. Nos gustó mucho el cambio de sensaciones después de pasar un par de días visitando templos budistas en el triángulo cultural. Una buena parada en nuestro trayecto.

Sri Muthumariamman templo hinduista Matale
Sri Muthumariamman templo hinduista Matale
Sri Muthumariamman templo hinduista Matale
Sri Muthumariamman templo hinduista Matale
Ganesha en Sri Muthumariamman
Ganesha en Sri Muthumariamman

Casa de Sudath 

Sudath es el jefe de la compañía de transporte a través de la cual contratamos a Nirmal, nuestro chófer y compañero de viaje. Muy contento de acogernos en su casa nos prepara un te y nos entrega los billetes de tren para el tren de Nanu-Oya (Nuwara Eliya) a Ella.

No podemos estarle más agradecidos por la previsión, ya que de no ser por él quizá no hubiéramos encontrado billetes puesto que eran días festivos y muchos estudiantes y trabajadores regresaban a sus casas.

En carretera
En carretera

Sigue la aventura:

PARTE II – Tierras altas y Yala

PARTE III – Playas del sur y Colombo